viernes, 26 de diciembre de 2008

"El decir textual I, 2008" de Edit De los Cuatro Vientos

Una foto nada más

Estela estaba en su casa. Recién mudada, así que con toda la alegría que implicaba estar al fin en su propio departamento.
Acomodaba sus cosas lo mejor que podía luchando denodadamente entre las cajas que contenían sus preciados tesoros. En una de ellas había una foto de alguien muy querido por ella.
Recostada panza arriba en el piso dejo su mente evocar recuerdos haciendo un breack en su ordenamiento.
Transportada en el tiempo se vio en, y un gran pasillo oscuro, por ausencia de lámparas y desidia burocrática para el cambio, con sillones en un estado también paupérrimo. Allí espero un largo rato hasta que una empleada la hizo anunciar. De pronto se abrió la puerta del final del mismo y una figura de un personaje conocido para el resto de la gente pero anónimo para ella la hizo pasar a una gran sala , con un escritorio importante, una gran biblioteca de dudosa lectura pero impuesta por formalismo.
Ella iba muy presurosa a intentar solucionar su problema legal y salir con una respuesta rápida y concreta. El simplemente la escuchaba con atención y la observaba. Algo de ella la atraía, no era de lo mas llamativa pero su mirada hablaba de algo que ella intentaba ocultar. El absorto en estos pensamientos se planto y simplemente sin hacer caso a los planteos que ella llevaba le preguntó por que había venido. Ella mas que enojada dándose cuenta que no había prestado atención a sus reclamo, atino a levantar la voz y alzarse de su asiento para maldecir la hora en que había decidido pedir su ayuda, pero su tranquila actitud la acallo. Y se dio cuenta que el veía mas allá de lo aparente.
El la invito a sentarse nuevamente en su lugar y volvió a la carga con su simple pregunta. Se levanto y se acomodo a su lado apoyándose en el escritorio. Estela simplemente atino a llorar como una niñita de 2 años, el le tendió un pañuelo impecable y solo la miraba con dulzura. Le relato todo lo que le había pasado, había sido violada y su deseo de justicia pero sobre todo esa sensación de desamparo que la hacia hundirse mas en su dolor . el la seguía escuchando, sin necesidad de consolarla, sino de sostenerla. Así fue su primer encuentro, al que le siguieron unos cuantos donde la complicidad era cada vez mayor.

3 comentarios:

  1. Excelente desarrollo desde lo nefasto de un tema tan cruel como el tratado, con una originalidad y dulzura inapelable. Seguí escribiendo!!!

    Pablo

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  2. parece que me llevas a la situacion que vivio la chica, tenes una escritura muy llana. y eso es bueno.

    Chechu

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  3. Muy buena selección, voy a seguirte.
    Saludos desde muy lejos

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