Escultura antiarmamento
Hombre de lata
Arrodillado implora
Cargado de armas
Su muerte añora
Pistolas que apuntan
En muestra sonora
Que la vida no vale
Mas que una pistola
La cruz se levanta
La mano se asoma
Escopeta recortada
Crueldad que ya agobia
Llegada a término
Arribamos ya al puerto
De mi Buenos Aires querido En este barco repleto
De extranjeros y argentinos.
Desde a bordo se ve inmenso
Iluminado, encendido
Que oculta todas las miserias
Que ha generado el destino
Uno a uno descendemos
En busca de su camino
Algunos de buena cara
Otros de muy mal tino
En la inmensidad de su alma
Pensativa en una roca
Solitaria ella está
Con pañuelo en la cabeza
No requiere nada más
A lo lejos se ve el agua
Un faro la contempla
Ella sola y quietecitadeja fluir sus ideas
Alguien nota su presencia
Perdida entre la bruma
La perpetúa en imagen
Ya es fotografía pura
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