sábado, 21 de noviembre de 2009

Inseguridad

Indignado por lo que había visto por su ventana ante un ataque a compañeros que buscaban expresar su dolor ante la muerte de un familiar en situación de robo, Marcelo no podia quedarse de brazos cruzados.
Molesto por la situación , salio a la vereda a enfrentarse a los uniformados que con sus machetes intentaban golpear a un hombre que enfundado en su dolor extremo por la muerte de su hijo buscaba vengarlo intentando ensuciar con materia fecal de animal el frente de la casa del juez que libero a los asesinos.
Con mucho esfuerzo se interpuso entre los agentes y el padre dolido y lo aparto llevándolo hasta el umbral de su domicilio.

-LLevelo de aquí , de lo contrario tendremos que apresarlo- informaba uno de los policías apesadumbrado por la situación, intentando comprender a ese padre y a su vez poniendo orden de la mejor manera posible.

- No entienden, nadie me entiende, solo se que Pablo no esta mas por estos guachos delincuentes , mal paridos – solo gritaba el hombre enajenado

- cómo es posible que por artilugios legales los hijos de puta salgan por la misma puerta de ingreso que hace tan solo dias entraron, tapadas sus cabezas para no ser reconocidos?


- Mira Elsa , mira lo que me hacen, mira lo que nos hacen, nos siguen matando en vida. Y este hijo de re mil sigue amotinado en su casa sin dar siquiera explicación .

- No te pongas así , te vas a enfermar y eso Pablo no querría.


- Escuche a su señora – intentaba convencerlo uno de los oficiales . -La justicia tiene sus vueltas hablen con su abogado- decía el agente mientras se apostaba en el frente de la casa judicial

Mientras tanto Marcelo los observaba y escuchaba con ternura, intentando ponerse en su piel, algo imposible para quien no lo vivencia.

-Si usted lo hubiera conocido a Pablo me entendería, era un chico bárbaro, trabajador, estudioso y estos vagos muertos de hambre , le cortaron las ilusiones. Mire acá tengo su foto…

Hurgaba en su billetera y con manos temblorosas la sacaba con el afán de padre orgulloso intentando que Marcelo lo viera. Realmente era un muchacho grandote y fachero, cara de buen tipo que no superaría los 23 años . La imagen lo mostraba sonriente , feliz.

Pensaba: - qué pena, una vida mutilada, bah , varias vidas mutiladas, porque su muerte arrastra a toda su famita y seguramente un cúmulo de amigos también.
El padre hablaba, casi como autómata contándole a su amigo momentáneo cómo era su pequeño , lo que le gustaba, lo que no …En eso llega otro muchacho con los ojos llorosos , hinchados de ira y dolor retenido , de rostro muy similar al de la imagen que tan solo le esboza a Marcelo un “ Gracias hombre” y coloca su brazo sobre el hombro de su padre y se lo lleva caminando cual globo atado a la muñeca de un niño , que solo el viento lo impulsa en sus movimientos.

-Vamos viejo , no podemos estar acá, mama ya esta en el auto, te vine a buscar- le dijo con gran dulzura

-Pero Mariano , si sólo quiero hablar con el juez, no creas que quería hacerle daño. Quiero que me escuche tan sólo.

- Bueno viejo , después hablamos con el Dr Mancuso para ir con el al juzgado

- Pero si ese Mancuso como abogado resultó un pelotudo!!!

-No digas así, hace lo que puede, tenés bronca es todo

Y así se lo llevo mas tranquilo , ante la mirada de los vecinos y agentes y de seguro del juez que lo observaría por entre las rendijas de la ventana.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Idilio

Cuánto amor en la miradas
de esta pareja que son
sólo dialogo intercambian
mas no se unieron los dos.

Cada cual tiene su vida
él de traje asentador
ella de aspecto más frágil
buscan refugio en su amor.

Siguen así la jornada
el único encuentro por hoy
Quién sabe si para mañana
habrá arrumacos y fragor.