sábado, 27 de febrero de 2010

Al padre Miner

Impusiste tanta cordura
siendo tu pequeñito envase,
manejaste la diplomacia
con tanto aplomo y coraje.
Has enseñado a tantos
el valor de la palabra,
el cariño junto a limites,
el pavor de una mirada.
Impusiste tu presencia,
fuiste guía espiritual
No abandonaste al humilde
ni quisiste claudicar.
No olvidarán nunca
tu trajín al caminar
por ese patio sombrío
del colegio clerical.
Te extrañaran los chiquillos,
los profes ...además
de aquellos que renegaron
de tus notas al final.
Padrecito tan humilde
tan imponente permanecerás
en la vida de estos tus hijos
que fieles a ti seguirán

miércoles, 10 de febrero de 2010

Rutina ("Cinco Sentidos",Edit Creadores Argentinos- ,2010, Antología)

Todas las mañanas suena con música chirriante la alarma del celular puesta a las 5 en punto, lo apagas con rapidez como si no quisieras hacer esperar. Pero quién te espera, quién te apura si solitario estás.
Observas la claridad que ingresa por la ventana, te estiras y te incorporas sentado sobre la cama, mirando la pared tratando de hallar algo que te motive. Pero no lo encuentras. Sólo la presencia de un alma se asoma a tu habitación y sale a tu encuentro.
Te tomas tu tiempo , preparas la ducha mientras previamente saludas a tu fiel compañero, un ovejero incorporado a tu casa , quién sabe cómo. Tan sólo arribó invitado sin tarjeta y se sumó a la familia uniparental. Todo en tu vida llega de algún modo mágico sin darte cuenta a veces cómo.
Siempre la misma rutina, pruebas encender un par de fósforos, nunca lo logras en el primer intento. Evidentemente Los Patitos ya no vienen como antes.
Logras al fin encender la hornalla , cargas de agua la pava viejita que te acompaña desde inmemorables tiempos, remendada en su mango , de acero curtido por el uso y el fuego. Te han regalado otras , que siguen guardadas en sus estuches , luminosas, coloridas, nuevas, pero son justamente otras, lejanas, no te son significativas, no te pertenecen simbólicamente ; no hay caso: sin duda le tienes gran afecto a esta lastimosa pava.
A fuego mínimo la vas calentando, no permitiendo que el poder ígneo la hierva.
- Mate con el agua en ebullición no va, se quema y además queda fuertísimo al paladar.- Siempre aclaras a quien te lo pregunte
Invariablemente la misma secuencia: del aparador , de la puerta derecha tomas el paquete de yerba “Rosamonte “ , abierto en la misma esquina con prolijo corte hecho con tijera, que es guardada en el mismo lugar desde hace años . Todo está en orden, todo es previsible.
El tiempo pasa y te apuras al percibirlo. En ese instante el perro te distrae con una ladrido avisando querer salir. Con su pata esta haciendo ruido sobre la chapa de la puerta .Por si te quedaba alguna duda de la urgencia
Mientras tanto la ducha sigue saliendo en total esplendor. No lo tomas en cuenta.
Ante el impertinente clamor te asustas y derramas la yerba nueva sobre la mesada mientras liberas una puteada al aire. Quitas al perro que jocosamente intenta ayudar lengüeteando todo. La juntas y tiras volviendo a llenar la calabaza traída del campo por un amigo del alma. Todo queda impecable y desinfectado nuevamente.
-No es con vos amigo, ya te abro- le hablas al can que te mira como si te entendiese con ojos ávidos de cariño , moviendo la cola con complicidad , mientras roba una de las galletitas de un paquete abierto situado sobre el granito de la mesada. Va y viene apurando a su dueño. Tú tan sólo lo observas, retarlo para qué si de todos modos se la vas a dar y también te comes una Express.
La ducha sigue abierta...
Arrastrando los pies te diriges hacia la puerta de entrada y se la abres ; él parece sonreírte por la liberación que ésto implica. En breve lapso retorna a tu lado a la espera de una caricia cotidiana.
Llenas el balde naranja con agua que diluye el fluido Manchester y lo derramas sobre el patio para tapar los olores de la bestia. Con poca gana refriegas el piso con la escoba plástica , mientras el compañero intenta jugar con vos. Lo apartas y seguís tu rutina.
-Jugamos al volver- le sugerís como si te entendiera, él tan sólo agacha la cabeza y se va hacia adentro.
Miras la nada, y te diriges al baño con el objetivo de al fin darte la ducha matutina programada que te permita despertarte. Das vueltas como el perro buscando su cola deteniéndote frente al espejo donde te observas con paciencia el rostro y te estancas en tus ojos . Éstos aunque con brillo propio parecen tristes, grises.
Precipitadamente realizas la operatoria sanitaria, tan rápida que da cuenta de todo el tiempo en exceso que tuvo la pérdida de agua en la previa. Al salir vuelves a tu ritmo natural.
Te perfumas , cierras todo y saludas a tu amigo quien te mira con pena por tu pronta ausencia pero ya sabe tus movimientos y solito se dirige al lugar asignado.
Con tu andar de pequeño en cuerpo de adulto caminas las pocas cuadras ,taciturno y cabizbajo hacia el mercado laboral; en busca del colectivo de línea que te llevará a destino y que pasa por la parada a las 6.15 puntualmente.
Atiborrado en tus harapos , con tu bolso en mano dibujas encuentros fugaces imaginarios mientras entonas compases de algún tango otoñal.
Al subir saludas con correcta impronta a toda cara conocida de tanto ir y venir y por las dudas a alguno nuevo en la lista diaria. Buscas un asiento solitario, no deseas que te atosiguen con el diálogo y tienes tus herramientas y artilugios para ello. Sacas del bolso a veces un libro , a veces una agenda y una lapicera que te permita ir tomando nota de tus pensamientos dispersos que buscan ser ordenados en cierta coherencia lógica.
Tus expresiones manifiestan deseos ocultos que algo te impide formular y manifestar, quién lo sabe , quién te ha marcado tanto para contenerte y programarte de esa manera. Nadie ha podido ingresar en tu mundo fielmente estructurado . Tus palabras meditadas y tu vocabulario excelente producto de un gran recurso literario explorado parecen haber armado a su vez tu espacio perfecto pero a la vez individualista.
Así ingresas al taller donde marcas tu tarjeta de ingreso y te sientes como pez en el agua, dando curso a los párvulos que vienen hacia tiempos de educación. Adoptas la autoridad y convicción escondidas en la convivencia familiar.
Tu dialogar ameno encierra sabiduría , relacionando textos que parecen hacer convivir en tu interior a los autores de tiempos remotos. Para cada tema tienes referencia. Tu imagen es dual , no coincide la proyectada con la vida de rutina que te ha tocado. Estas para más te diría cualquiera. Quién te cercenó la visión de tus potencialidades en la vida.
Tus tiempos parecen haber roto los relojes digitales , tu andar cansino , tu estirpe, tus vocablos esbozados con dulzura y pacifismo invitan a una plática fraterna. Pareces transportado en el tiempo. Si la reencarnación fuese comprobable, tú serias un fiel testimonio aunque no el único.
Así el día pasa sin grandes novedades ni sobresaltos , donde el intercambio se da si el interlocutor está bien predispuesto. Nada te interesa lo que otros prejuzguen, tan sólo la cálida compañía de alguien que te comprenda por un rato te hace sentir radiante. No luchas contra el mundo solamente lo transitas.
Tu simpleza te hace un ser único, una individualidad que se destaca en un mundo cada vez más uniformado , más estándar. Un universo donde la originalidad aunque se pregone a los cuatro vientos muchas veces se censura .
Al sonar de la sirena de las 15.15 hs volviste a tu rutina encarando hacia la salida en busca del colectivo que te lleve a tu casa. Un viaje breve a los sueños proyectados mentalmente mientras cierras los ojos para soñar despierto.
Ya de regreso a las 16 hs un amigo fiel te espera y te recibe afectuosamente. Tal como lo pautaste por la mañana le juegas con entusiasmo.