viernes, 26 de diciembre de 2008

Narrativa Libro Vivencias Ocultas Edit Creadores Argentinos 2008

Entre lo público y lo privado

Era entrada la clase de las 16. 00 en un clima de atención permanente. Ubicados en el aula 208 situada en el segundo piso de la facultad de psicología. Una facultad por todos lados por donde se la mirara abandonada pero idealista.
Sin ubicación propia estaba destinada parecía, a morir, antes de iniciarse. Se usaban salones que correspondían anteriormente a Derecho. Toda información era caótica, nunca nadie sabía nada y así andaban deambulando los universitarios de un lado al otro. Universitarios que en realidad eran pichones que recién volaban de sus nidos pueblerinos, intentando encontrar su lugar en la vida y lo que no es poco dentro de esta facultad. Acosados por idealistas políticos que interrumpían las clases en pos de un sistema democrático, cuando en realidad esta institución carecía de respeto por los alumnos; no proveyéndolos de teóricos dignos, desidia de profesores, ausencia de implementos básicos como tizas o limpieza. Esto era de por si terrible, el ingreso al baño siempre inundado pero pidiendo respeto y cuidado de la limpieza mediante carteles de las agrupación que comandaba el centro de estudiantes…si ni siquiera papel higiénico había.
Las agrupaciones llenaban de carteleras colgantes , con expresiones sociales de todo tipo sumándose a reclamos sectoriales , dignas obras de Picasso algunas, embanderadas otras con la cara en negativo del Che, Julio López, cuya gorra ya trascendió sus ideas opacadas por su desaparición, todo era colorido en cuanto a cartelería surgiese. Dedicaban por lo visto mucho tiempo en su realización… era evidente. Pero sumaba mugre a la ya reinante porque los nuevos carteles se sumaban a los viejos. Ninguno se sacaban, se acumulaban asi durante todo el año. Dios aparte, jamás hubo un incendio ya que todo era altamente combustible y como es sabido el estudiantado se caracteriza por ser excesivamente fumador. La nostalgia por los afectos, las crisis, el no poder fallar en esta empresa, la presión de los exámenes y el reconocer que hubo errado el camino, todo eso influía sobre los jóvenes.
La configuración de la facultad era tremenda ya que teniendo una escalera central sólo, más una externa seria terrorífica ante un eventual incendio, otro caso Cromañón en ciernes pero elevado a la décima potencia, ya que seguramente ni los equipos de matafuegos tienen un control permanente. Como tampoco lo tiene el par de ascensores al que uno opta en lo posible de evitar ya que a veces quedan a medio abrir, se traban, es casi como una excursión al parque de la costa, que cuenta con la inconsciencia juvenil que no le permite temer a nada y donde cada uno se cree ser inmortal o al menos demasiado joven para morir en la víspera…. Y es así como estudiantes lisiados intentan vía escalera con muletas a cuestas, o con la ayuda de otros compañeros que los lleven en andas mientas su silla de ruedas espera ser subida por algún alma noble y solidaria ante la situación. Cuando no después de una larga cola intentar el viaje insospechado en el ascensor. Muy poco digno para cualquiera. Todo a medias. Pero eso sí, era pública. De bajo presupuesto pero pública. ¿Todo esto no es parte de la formación académica también.? ¿El hombre no es un ser integral? ¿Que opinarían Lacán, Visgotsky, Piaget…?
Tan pública era que todo el mundo tenía derecho a entrar perros, linyeras, piqueteros en busca de refugio, carteristas entrenados… eso si es pública, nadie puede impedir el ingreso a nadie. Y obviamente entre aquellos estábamos los que nos anotamos , cursamos e intentamos rendir.
Siendo un poco más de las 16.15 hs bajo el relato de su clase, el profesor interpela a los alumnos acerca de la lectura del material, y en un abrir sigiloso y casi diría con respeto ingresa un nuevo estudiante . Cuál seria la cara de todos que el pobre se disculpó antes de ingresar preguntando si no se había equivocado de comisión. Evidentemente no, era la de genética. Al confirmarlo se dirigió al sector de la derecha del salón y totalmente aislado del grupo se sentó acomodando sus cosas que de por si no eran pocas. Un portafolio derruido pero de cuero marrón, sobretodo al tono, gorra de lana, bufanda en composé. Todo era combinable, media y zapatos de cordones, que en otro tiempo fueron de noble estirpe.
Quien lo hubiese visto en otras condiciones hubiera dicho que era un dotado de elegancia pero no. El salón ante sus movimientos se inundaba de un perfume ácido que no era justamente una esencia importada sino de origen nacional. El atuendo no se correspondía a la época. Había entrado en nuestra vida este personaje.
Todos desde nuestro prejuicio pensamos se ha confundido como tantas veces pasa, no debe figurar en lista pero sí , nos habíamos equivocado nosotros. Ante la sonoridad de su nombre respondió con un contundente : -Presente profesor.
No había dudas, seria nuestro compañero de la comisión de los martes.
El seguía las clases atentamente incluso más que el resto, tomaba apuntes, leía el material, inquiría al docente de manera respetuosa , no habiendo perdido los modos de gran señor.
No podría describir su edad ya que era atemporal, y por lo visto con una gran historia de vida. El aportaba desde la filosofía, decía haberse dedicado a la docencia. Para escuchar siempre se sacaba los lentes , le mordía una de sus patillas con actitud contemplativa, para esbozar sus preguntas se tomaba su tiempo pero era difícil seguirlo .Comentaba episodios de sus pasos por distintas facultades, por internados como profesional. No lo se pero aquí era un alumnos más. Más allá de su aspecto de linyera se sentía contenido en la clase y asi lo expresaba.
-Profesor… Un segundo … profesor- solía decir- usted siempre me permite decir lo que necesito expresar y sabe escuchar
Y así arrancaba con su argumentación sin siquiera quizás tener un contacto directo con lo mencionado en clase. La atención sobre él en un principio era de tipo irritante , no sólo por lo que decía, sino por ese olor fétido que destilaba y que se iba incrementando con el calor de los días ya próximos a la etapa estival. En el origen parecía que era un perdedero de tiempo el escucharlo cual loco escapado de Romero pero al seguir los encuentros y bajo la diligente mirada y encuadre del profesor comenzó el tiempo de dejar de verlo como aquel loquito sino como una persona con sentimiento, con ansias de superación desde qué nivel nunca lo sabremos, sólo que el bachiller lo tiene por la inscripción válida. Pero era evidentemente alguien acostumbrado a la lectura crítica.
A partir de allí nos empezamos a preguntar por qué una persona cae en la indigencia, cuál fue su rol en la vida, carece de familia, siempre le interesó el estudio?.
Muchas preguntas que de seguro quedarán inconclusas ya que ni él está en condiciones de contestar, porque no puede o se cierra su mente a experiencias pasadas; sólo se sabe que duerme en la calle en el umbral de la legislatura por calle 7 , se alimenta en Cáritas. No se trata demasiado con el resto , sólo dentro del aula parece abrirse cerrándose luego en su caparazón al salir de la misma.
Cosas como éstas se comparten en una facultad abierta y pública donde a veces es necesario recalcar que es una institución que apunta al libre pensamiento, a la libre elección, al respeto del otro , y donde el compromiso es con uno pero soberanamente es con el otro. Una facultad Pública en sentido restringido.

1 comentario:

  1. ES increible pero es asi , yo estoy en humanidades y ese personaje es conocido. Tiene una larga historia según dicen. La descripción es fantástica. Los invito a todos a conocer las instalaciones

    Leticia

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